Guaraira Repano

Guaraira Repano

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La obsesión por el peso.


Durante años, para ser específico, a partir aproximadamente del año 1998, luego de mi primera navegación a bordo de buques petroleros, yo, que siempre había sido muy flaco, comencé a “ganar peso”.

En ese momento lo atribuí al cambio de hábitos alimenticios, debido a que en los barcos efectivamente se comía más que en la Universidad, pero sin embargo, desde entonces, el ejercicio y el cuidado constante me han acompañado todos estos años, para evitar “engordar”, hasta que he perdido la batalla muchas veces, y vuelve a comenzar la “lucha”.

Parafraseando a una experta en Biodescodificación y Sobrepeso que conocí hace poco tiempo, creo que desde que comencé los regímenes (dietas), hasta hoy, ya me he quitado cerca de 1000 kilos (diferentes), sin embargo, siento que dependo del esfuerzo que tengo que hacer para no recuperarlos; con lo cual, no deja de ser un peso, no recuperar ese “peso” (Valga la redundancia).

Es increíble la obsesión de la sociedad actual por el peso, es tan exagerado, que de hecho, comento un caso anecdótico: Tengo un Perro, que como comenté en mi post anterior, se llama Leo; es un “Carlino” de línea “Nabuco”, es decir “Carlino Americano”, son más corpulentos, tiene la cabeza más grande que los Carlinos más vistos en las calles, pues, cada mañana que lo sacamos al parque canino, personas que no conozco de nada, lo primero que te dicen es: “Está gordo eh!”, alguna vez he respondido, es otra línea de la raza, son más grandes, mírale la cabeza y las partas”, y responden “Ahhh ostras sí”, un día incluso, una señora muy gorda me recriminó “Hey, está muy gordo eh”  y venía medio cruzado y  le respondí mientras le miraba “Si, como algunas humanas”; pero todo esto me llevó a reflexionar, es tanta la obsesión por el peso, que hasta a los animales los queremos flacos, todo flaco…

Recuerdo haber leído de Deepak Chopra, que explicaba que a inicios del siglo 20, las personas que hoy consideramos “Obesas” eran consideradas las más saludables, y los “Flacos” eran considerados “enfermos” y “no gustaban”; de hecho recuerda la historia de un presidente de Estados Unidos, que para desayunar comía una mesa entera de fritangas (que creo que si la comemos hoy desmayaríamos) e incluso, este bue hombre, necesitaba ayuda para entrar en la bañera, porque “no le daban las piernas”, pues eso, era bien visto, si, en serio, era bien visto.

Posteriormente por la sobreproducción de cereales, comenzó una campaña mediática muy fuerte, que invitaría a las sociedades a cosumir cereales, (que hasta entonces era solo para animales), de esta forma se reforzó la creencia de que la fibra era sana, y comenzaron a cambiar la “visión” del cuerpo, hasta la exageración a la que llegamos ahora; las figuras de referencia están en la TV, son personas/modelos famélicos, las tallas se hacen cada vez más pequeñas, y se asocia, erróneamente el sobrepeso con la cantidad de alimento ingerido.

En mi humilde reflexión, pienso (haciendo comparación) que a nivel de Biodescodificación, la obesidad es una especie de alergia al alimento; pero no la alergia conocida de los que no pueden comer, sino una alergia cuyo alérgeno es “la comida”, y que el efecto inmediato es la “inflamación del cuerpo” con sus correspondientes efectos en el resto del sistema. Es un desequilibrio “emocional”, y lo comparo con la alergia, porque ¿Quién no tiene amigos extremadamente flacos que comen el doble de quienes nos cuidamos en la alimentación y encima están sanos? Porque su programación no tiene registrado el alimento como un “producto tóxico que sustituye una necesidad biológica  a través de las emociones”. Otro ejemplo es la alergia por ejemplo a los mariscos, yo como productos con gluten y no me pasa nada, pero un amigo alérgico, hemos tenido que llevarlo al hospital de urgencia, porque parecía que moría; lo mismo con los alimentos ¿Por qué engorda a unos y a otros no? ¿Por los genes? ¿Y qué son los genes si no información? ¿Y qué imprime esa información? ¿Y por qué si es “solo genético” un hermano puede tender a ser obeso y otro no?

Hay tanto por aprender, pero sin dudas, la obsesión por el peso, es una epidemia colectiva sin duda alguna, y mientras sigamos “catatónicos con la televisión” nos seguirán vendiendo "patrones" y "modelos" los cuales seguiremos sin razonar... solo "por que hay que seguirlos..."

Nos vemos en la luz ;-)

Jesús

martes, 25 de septiembre de 2012

GRACIAS LEO


Hacía tiempo no escribía en mi blog, y conste que no era por falta de ganas, aunque es cierto que hay días en los que el “silencio de radio” es el mejor de los textos que viene a mi cabeza. Me anima de nuevo a escribir, un regalo que ha llegado a mi vida; es un precioso Carlino (Pug) que hemos adoptado, de seis años, se llama Leo, y confieso que ha sido un gran maestro en los tres meses que llevamos juntos.

Leo con su silencio me ha enseñado a recuperar el valor de escuchar, la fuerza de expresar el amor y la gratitud en silencio, sin utilizar las palabras, que por sí solas, tergiversan la pureza de lo que sienten nuestros corazones.

Y ese silencio, que gran maestro, no hacen falta discursos ni poesías para “explicar” el amor, porque el amor no necesita explicaciones, solo hay que sentirlo, y se contagia como la tos o la risa; incluso con mucha más fuerza…

Creo que Leo es el maestro antecesor a la venida de los hijos... y que gran maestro está siendo...

Por eso, abro hoy este nuevo período de escrituras dedicándole este post a mi perro: A Leo, el enano que con su amor, está transformando nuestra forma de vivir la vida, con los pies sobre la tierra, y los sentimientos a flor de piel.

Nos vemos en la luz ;-)

Jesús