Guaraira Repano

Guaraira Repano

viernes, 31 de enero de 2014

Indicadores de evolución social.

 A lo largo de mis viajes por el mundo, me he encontrado con diferentes sociedades, con ello me vi en la obligación de borrar las etiquetas que traía pre-concebidas de mi formación cultural, y comenzar a ver al mundo y sus habitantes con un prisma diferente.

Al cambiar los paradigmas (definidos como el cristal con el que veo al mundo), te encuentras con que el ser humano, es exactamente igual, independientemente de la cultura que tenga. (Definiendo cultura como una suma de creencias acordadas por una mayoría).

Sin embargo, en los países más evolucionados, (que no desarrollados ni industrializados), sino aquellos que tienen mejor calidad de vida, bienestar, respeto a los derechos civiles y sociales, justo en esos países, he encontrado algunos factores comunes que me permito señalar:

1.      Respeto a los niños.
2.      Conciliación laboral y familiar.
3.      Respeto a los ancianos.
4.      Respeto a los animales.
5.      Consciencia del impacto ambiental de las acciones humanas en el planeta.
6.      Tolerancia con las diferencias.
7.      Respeto a las diversidades sexuales, raciales, políticas y religiosas.

De resto hay muchos otros factores, económicos, políticos etc. pero de los humanos, solo encontré factores comunes en esos siete aspectos que relato.

También me he percatado, de que cuando comienzan a perderse esos valores universales, comienza la involución de cualquier sociedad.

Espero que este escrito sirva para la reflexión personal, esa que permite cambiarnos y cambiar el mundo en que vivimos.

Pues eso, nos vemos en la luz ;-)

Jesús  



PD: Hasta ahora he visitado solo 62 países, y no desarrollé este estudio siguiendo un método científico;  con lo que no deja de ser subjetiva mi visión del mundo.

jueves, 2 de enero de 2014

Desidĭum

Sobre los "buenos" deseos... 

Hace algún tiempo escribí que hay dos clases de personas: Las que quieren sencillamente vivir su vida, y las otras, que solo quieren que los otros la vivan de otra manera: Paradójicamente cierto.

Casi siempre, al llegar estas fechas, comienzan la ebullición de deseos varios para con los demás: Deseamos felicidad, prosperidad, y algunos otros genéricos que ciertamente están dentro de la programación natural de todos los seres humanos; sin embargo, siempre hay gente que va más allá: Sí, la que quieren que vivamos de otra manera.

Te desean cosas que tú no quieres: A los solteros que se casen, aún cuándo no quieren casarse, y tal vez lo hagan más adelante o no lo hagan, a los casados que sean  padres, a los flacos que sean gordos y a los gordos que sean flacos, etc… en lugar de maquillar sus frases deberían tener la honestidad de reconocer que sencillamente quieren dirigir la vida de los otros, y tal vez decir frases como esta:  Te deseo que tu vida sea como yo quiero, incluso pisoteando tus deseos.


Si, suena duro, pero es lo que hacemos a veces, cuando queremos dominar la vida de los demás o controlarla, incluso sin ser conscientes de ello.

Esto es una muestra clara de "Ego", es como decir: "Tienes que hacer lo que yo digo, porque soy superior a ti", pero lo camuflamos con frases bonitas... 

Tal vez si examináramos la vida sin nuestros limitados anteojos, seríamos capaces de entender que la felicidad de los demás es decisión exclusiva de cada uno de ellos, que la forma de vivir de cada uno es elección personal e intransferible, y que si no soy capaz de saber en el 100 % de las veces qué es lo mejor para mi ¿Cómo voy a saber qué es lo mejor para los demás?

A esto es lo que yo le llamo Respeto, y escribí acerca de ello en mi post “Respectus”; para respetar los tiempos de cada persona, de crecer, de vivir, de ser padres, madres, flacos, gordos, con pelo, sin pelo… lo que sea….

 Llegados a este punto, me toca decir... ¿Qué os deseo para este nuevo año?

Que la vida de cada uno sea tal cual como la diseñéis… que sea calcada a vuestros deseos, que disfrutéis de vuestras elecciones y que decidáis el tiempo para cada cosa.

Nos vemos en la luz ;-)


Jesús