Guaraira Repano

Guaraira Repano

jueves, 4 de agosto de 2011

SERENIDAD...

A lo largo de este camino me he convencido de que no existen hechos aislados, una cosa que parece totalmente separada del todo, solo puede ser, como todo, parte de un sistema mayor; un sistema que aunque no pueda apreciarlo en su totalidad, sencillamente marca los linderos de la vida humana.

La vida, la muerte, dos paradojas aún sin resolver, si luego de tantos siglos de pensar, todo se resume en "ilusión", una palabra que encierra tantas verdades, que no tenemos ni la idea de la magnitud de su alcance.

A lo largo de los años he comprendido que el amor, para ser amor, pasa por el principio de la "no intervención", el principio del "respeto" a todas las situaciones que suceden, porque son tan perfectas como ocurren; solo pueden ser de esa forma, porque así han sido concebida por esas mentes pensantes , por esos sistemas estructurados de esa manera, y mi deseo de cambiar aquello, aparentemente externo a mí, es sencillamente otra ilusión, porque no concibo y observo la totalidad en su conjunto, solo veo una pequeña parte desde el prisma de mis creencias.

Esa auto-tentación apuesta por incluir, afectar, intentar cambiar, aquello que parece estar fuera, en nuestros amigos, seres queridos, pero nada podemos hacer, solo "acompañar con amor", tal y como comentaba el Dr. Salomón a unos amigos, y una Angelita me lo contó a mí. Acompañar exige respeto, contemplación, compromiso de calmar ese agitador externo con su visión parcial de la situación; reflexión, respiración, y abrazar la vida, tal y como cada uno lo desee.

Una de las cosas que he comprendido es que la mitad del mundo quiere vivir de una manera, y la otra mitad solo quiere que esa mitad viva de otra, perdiendo su tiempo y en lugar de vivir, intentar, erróneamente, que los otros no vivan, esto crea un desgaste que solo se afecta a quien lo emite, como decía aquel sabio "el resentimiento es como te que bebas un veneno y esperar que muera otro"... solo puede afectarte en primera persona del Singular; por lo tanto, esa mitad que queremos sencillamente vivir siendo felices, tal vez la mejor alternativa, es sencillamente seguir siendo felices, dejando de un lado a esa otra mitad dedicada erróneamente a un final sin objetivo... a una vida cansada, que solo llevará probablemente, al retorno cíclico en sus propias penas.

Tiempos de reflexión, de cambios de autoconocimiento y de calmar las cataratas y las tormentas internas que no son más que reflejos de un sistema de pensamiento que por fortuna, como los fuegos de verano; solo está en extinción, y es cuestión de "tiempo" (otra ilusión), que desaparezca de nuestras vidas de forma natural, como el migrar de las aves en invierno... con serenidad... mucha serenidad... esa serenidad que solo la da la madurez del respeto, del amor que acompaña, y no guía ni "hala" ni empuja... solo acompaña...

Tiempos de contemplación "el Observador nunca queda eclipsado por el paisaje" (dice el Dr. Deepak Chopra), es decir, no se deja engañar por lo que "cree ver"... así que tiempo de aprender aprendiendo, a contemplar sin juzgar, y desaprender de esa basura cognitiva que solo parece un lastre en la evolución de nuestra conciencia.

Gracias por estos momentos de quietud de mi ser...

Nos vemos en la luz ;-)

Jesús

3 comentarios:

Filemón Galarza dijo...

Buena entrada ¡¡¡
Me gusta leerte, y he añadido tu blog a los links del mío.
Un abrazo.
Filemón Galarza

Dr. Jesús E. Martínez Marín dijo...

Gracias Filemón!, a mi tb me gusta leerte, un abrazo!!!

Mariesther García Cordido dijo...

....hermoso Jesús.
Gracias por compartir a través de la palabra sensorial.

"La madurez del respeto" es serenidad, sí.

Tiempos de contemplación...sí, de observación, de dejarse llevar, de escuchar, de UNO. Serenidad del aprendizaje, de salir y entrar , y salir, y entrar...
..."El observador nunca queda eclipsado por el paisaje" dice el Dr. Deepak Chopra, "no se deje engañar por lo que cree ver"... tiempo de aprender aprendiendo, desaprender/basura cognitiva /lastre/evolución...conciencia, mi conciencia, nuestra conciencia.

Yo también agradezco. Si!
Gracias por estos momentos de quietud de mi ser...