Guaraira Repano

Guaraira Repano

viernes, 8 de febrero de 2008

Asumir y aceptar el Milagro

"...¿Y qué haríais si Dios os hablara directamente y os dijera: Os Ordeno que seáis felices mientras viváis? ¿Qué haríais entonces?"
(Tomado del libro: "Ilusiones" de Richard Bach)

Llevaba días buscando la mejor forma de explicar que una de las cosas más importantes de un Milagro es precisamente aceptarlo, una vez hemos pedido, y entregado nuestro deseo a la divinidad, muchas veces no recibimos lo que hemos pedido porque no somos capaces de aceptarlo, incluso nos juzgamos por recibir antes de que se reciba, y esto hace que cambiemos la frecuencia del lo deseado y lo obtenido y por tanto no recibimos la petición y claro está, es más fácil culpar a la mona chita, o a Dios, o quien sea con tal de no asumir el 100% de la responsabilidad de lo que nos ocurre.

Una de las causas por las que no aceptamos es por sentirnos "culpables" aún cuando debemos estar convencidos de que la "culpa" no existe, es algo que nos hemos inventado en ese pesaroso afán de victimismo que domina mucho las vidas de las personas, base fundamental de la infelicidad.

Cuando hagamos una petición, esta bien pedir, entregar ese deseo a la divinidad, que está esperando que se lo pidamos, y luego, con suma alegría y felicidad, recibirlo, aceptarlo y entender que somos "merecedores" de todo lo que Dios quiere darnos, eso sí, recordemos que solo podemos pedir para nosotros mismos, no seamos tan torpes que en vez de un milagro pretendamos magia y comenzamos a pedir "cambiarle la vida a los demás" esto es más bien una falta de respeto a la inteligencia humana, que por supuesto es ignorada por la divina.

Sin extenderle más les dejo este hermoso fragmento: (tomado del libro "Ilusiones de Richard Bach)

Cito:
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Un Maestro que predicaba a multitudes decidió un día, agobiado por los pesares de los demás, que lo creían un Mesías, decidió renunciar a su labor de "Salvador" y regresar a su taller de herramientas donde trabajaba anteriormente, recobrando su antigua vida.

"Y cuando la Multitud le urgió con sus penas, y le imploró que la curara y aprendiese por ella y la alimentara incesantemente con su sabiduría, y le entretuviera con sus milagros, él sonrió y les dijo apaciblemente: "Renuncio"

Por un momento, la muchedumbre quedó muda de asombro.

Y el continuó: "Si un hombre le dijera a Dios que su mayor deseo consistía en ayudar al mundo atormentado, a cualquier precio, y DIos le contestara, y le explicara lo que debía hacer ¿tendría el hombre que obedecer?
"¡Claro Maestro!" Clamó la multitud. "¡Si Dios se lo pide deberá soportar complacido las torturas del mismísimo infierno!"
"¿Cualesquiera que sean las torturas y por ardua que sea la tarea?"
"Debería enorgullecerse de ser ahorcado, deleitarse de ser clavado a un árbol y quemado, si es lo que Dios le ha pedido" contestó la muchedumbre.

”... ¿Y qué haríais si Dios os hablara directamente y os dijera: Os Ordeno que seáis felices mientras viváis? ¿Qué haríais entonces?"

La multitud permaneció callada, y no se oyó ni una voz, un ruido entre las colinas ni en los valles donde estaba congregada.

Y el maestro dijo, dirigiéndose al silencio: "En el sendero de nuestra felicidad encontraremos la sabiduría para la que hemos elegido esta vida. Esto es lo que he aprendido hoy y opto por dejaros ahora para que transitéis por vuestro propio camino, como deseáis."
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Fin de la cita.

Y en eso están basada todas las religiones, en el miedo, en el victimismo, en el pobre de mí, en el SIPERISMO y el NOPODISMO, en la derrota, por eso esa muchedumbre no tuvo respuesta a esa preciosa pregunta, que es la orden que nos da Dios cada vez que sale el sol y cada vez que se oculta, regalándonos incluso ambas caras de la moneda para que tengamos la sabiduría de encontrar el momento de aceptarlo, porque somos merecedores de la herencia por ser hijos de un Dios tan respetuoso como el que tenemos.

Un abrazo!!

Ah!!! Nos vemos en la Luz!!! ;-)

Jesús E. Martínez

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