Al 1929, l'espectacle preferit per una majoria d'olotins eren les curses de braus. Era una afició general a tot Catalunya. Llavors, Joaquim Soy tenia cinc anys. Va observar l'ambient que hi havia a l'entorn de la plaça. "Vaig veure els cavalls guarnits amb cintes de colors i plomes". Va poder entrar dins el recinte i veure el passeig dels toreros vestits amb roba brodada amb fil de lluminós sota la música de les cornetes i els platets. Després de la cursa, es va prometre que un dia torejaria. Aquesta voluntat li impedia viure bé. Va aconseguir torejar una vaca, un animal de sis anys. Després va dir "ara ja em puc morir perquè he aconseguit complir la meva passió".
Va començar la carrera de torero amb 31 anys, al 1955. Va torejar a Olot, Cardona i a Sarrià de Ter. Va estar a punt de torejar a la Monumental. Va acabar la carrera al 1961, després d'haver participat en unes 10 curses. El nom de Nardo se'l va posar ell mateix perquè s'havia dedicat a la jardineria. En canvi, en el punt àlgid de la seva popularitat li van dedicar un pasdoble. Ahir, va agrair que el tracte d'estrella que va obtenir.
Su pasión por el toreo, le llevó finalmente al ruedo, y se convirtió en “El Nardo de Olot”, si, aquel pequeñín que entraba como podía a la plaza, ahora estaba en medio de ella recibiendo vítores de alegría, aplausos incluso salió también a hombros y con orejas, convertido en un mito de su pueblo. Nos cantó un pasodoble que le hicieron en sus años mozos:(“Entre flores y azucenas, en Olot nació un torero...”) y nos contó que la escritora Natàlia Molero le escribió un libro con su biografía.
Joaquim Soy, “Nardo”, como se llama así mismo, continuó su vida de aventuras, se convirtió en un comerciante, trabajó en casi todas las cosas en las que se puede trabajar, se fue convirtiendo en un personaje querido y cada vez más respetado en su pueblo, a sus casi 90 años, aún recorre esas montañas, con ánimo y pasión y cuando se encuentra a algún grupo de pensativos que admiramos el paisaje, se nos acerca y nos narra sus muy sabias enseñanzas.
De tantas cosas que nos dijo, me quedo con una: “Si no puedes hacer el bien a alguien, tampoco le hagas el mal” , no hace falta… Qué frase!!! De hecho la estoy transformando en parte de la esencia de mi vida, también nos dijo algo precioso, a lo que le doy toda la razón, que el amor más grande de su vida a esta edad es su esposa, que si ella le faltase, no se creería capaz de soportarlo, que una mujer sin un hombre puede echar hacia adelante, “son fuertes como robles, cabalgan sobre sus emociones” decía “en cambio los hombres, nos desmoronamos, con quién compartimos, hablamos o nos reímos o discutimos para luego darnos un abrazo, si ellas no están, no somos nada”, que linda forma de amar…
Gracias Don Nardo, Hijo Ilustre de tu pueblo, nos regalaste la magia humana de ese viaje, nos llevaste en un viaje a través del tiempo enseñándonos la importancia y la fuerza de tu pueblo, de tu gente buena y noble, de las sonrisas vividas, era increíble como con tu narración, aquellas calles que veíamos vacías se llenaron de personas, de trajes de lujo para entrar a la plaza, cómo sentimos el ruido, vimos a esos niños saltando en blanco y negro, sentimos la algarabía de un pueblo en pleno auge con vida de pueblo feliz, y nos regalaste el recuerdo de nuestros abuelitos que ya no están, los pudimos sentir y ver a través de ti, de tus ojos, de tus palabras, de tu vida…
Nos quedamos con ese Olot que nos enseñaste y con tu imagen mientras te marchabas con tu sombrero y tu bastón, montaña abajo, de espaldas, saludándonos desde lejos agitando tu mano…
Un abrazo inmenso, gracias por llevarnos a tu luz, y como siempre, nos vemos en la luz ;-)
1 comentario:
Primo que historia más bella nos has regalado... Me ha reconfortado mucho su forma de amar a la mujer!
Gracias, un abrazo eterno!
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