Guaraira Repano

Guaraira Repano

miércoles, 28 de marzo de 2012

EL TAMIZ DE MIS OJOS


Si me conformo con seguir viendo el mundo simplemente a través del “tamiz de mis ojos” y no tengo el valor de contemplarlo con una “mirada inocente”, definitivamente estoy perdiéndome la posibilidad de evolucionar que nace ante “cada imagen” que la vida, tras mi elección, me ha puesto ante los ojos.

Si no reconozco que la vida se presenta ante mí como un cuenco vacío, y soy yo quien voy llenándole siempre con mi contenido personal, con mis historias, con mis mentiras, y luego pretendo extraer de ella algún aprendizaje, habiéndole vaciado el mismo fluido antiguo y estancado de siempre ¿Cómo voy a aprender así?

¿Qué es lo que no me gusta o me molesta de esto o aquello sino mi propia historia, mis propios miedos, mi propia “basura cognitiva”? como dice la PNL mi “mapa del mundo” y solemos olvidar que “el mapa no es mi territorio”.

Y sacamos conclusiones, y condenamos a seres humanos que ni siquiera conocemos de nada, y asumimos una de las más cobardes de las actitudes: La Generalización; porque no distingue, de un plumazo borra cualquier posibilidad de “perdonar” incluso a quienes no me han hecho nada… como si pudiera hacerlo…
¡Quítate los lentes, pero quítatelos ya!


Es como si llevaras unas gafas de 3D para ir viendo el mundo en 2D, al final, todo se te distorsiona, y tienes que completar "imaginando" aquellos pictogramas que no sabes interpretar, es decir inventas.

Una experiencia es única e inigualable, y ocurre para mí, y solo yo la vivo de determinada manera, tal vez la persona de al lado, la ve y vive totalmente distinta, por lo que si me pasa a mí, debo concentrarme en eso: Me ha sucedido porque así lo he previsto y para dejarme un aprendizaje; y el error viene de que precisamente esa experiencia marque el resto… siempre estuve de acuerdo con aquella frase que usamos en el ámbito seguridad industrial: “La Experiencia es la peor maestra” , porque a más experiencia más se confía la persona y respeta menos las medidas preventivas, lo mismo pasa en el campo emocional, una gota de experiencia contamina toda la bahía de mis potencialidades.

Si aprendo a ver a cada cosa sin ajustarle a mi propia historia, sin meter mi vida en todo lo que veo, muy probablemente, nacerá en mi un observador, que no juzga, que contempla, hasta quedarse eclipsado por el paisaje, y formar parte de él…

Ver el mundo desde una tercera posición… disociado… , con mirada inocente... "solo sintiendo- sin llenarle de mi contenido", para mí, tal vez es una de las mejores alternativas.

Nos vemos en la luz ;-)
Jesús

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