Guaraira Repano

Guaraira Repano

martes, 18 de marzo de 2008

Un camino personal...

Como dije hace poco en otro post aquí en mi blog, hay siempre, pero siempre dos formas de ver la vida: Desde el amor, o desde el miedo.

Esto aunque parezca tan complicado entenderlo, realmente no lo es, y tiene que ver con ese amor por el victimismo que nos ata, que no nos deja aceptar la felicidad que merecemos... de verdad hoy desde esta nueva consciencia, me impresiono al ver tantas historias alrededor, y comprendo y respeto, porque no es mi deber ni mi querer, modificar la vida de los demás.
Queremos jugar a ser omnipotentes, pero onmipotentes irrespetuosos, si queremos ser como esa sabiduría universal a quien yo llamo Dios, y otros le dan otro nombre, aprendamos sobre todo el respeto a todos, el amor de Dios hacia nosotros comienza por el respeto a nosotros, no juzga, no opina, porque el nos respeta, es ver la vida desde el amor, lo que tanto repito, es ver la vida como si todos somos UNO, con amor no hay juicios, y el respeto es una ley natural del amor, no se impone, no aprieta, no le importa si nuestras elecciones nos convienen o no, porque desde su respeto sabe que es para nuestro aprendizaje, y nosotros desde nuestro miedo le responsabilizamos de nuestros infortunios, sin pensar que desde su respeto no puede cambiarnos nuestras vidas, porque nos ama, y esa decisión nos la deja a nosotros...
Y mucho peor aún, pedirle a Dios que ayude a otro, eso no solo demuestra que queremos manipular a Dios sino que queremos manipular al mundo, a otros, queremos que los demás vivan como nosotros deseamos, que coman lo que nosotros digamos, que se casen con quien nosotros deseamos... eso es una gran falta de respeto, en resumen, una gran falta de amor... o lo que es lo mismo: una visión llena de miedo.

Esto me trae de recuerdo aquel famoso cuento, del cual desconozco su autor, que dice que había una vez un mono y un pez, Cito:

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EL MONO Y EL PEZ

El mono era conocido por su gran bondad y por su afán de ayudar a los otros animales de la región.En aquel bosque tropical nunca hacía frío. Todo era tranquilo y el mono se paseaba de rama en rama buscando a alguien para ayudar.Un día se acercó a un río y como no sabía nadar se quedó mirando maravillado sus aguas cristalinas. Vio entonces un pequeño pez que se paseaba en busca de alimento. El mono quedó entonces muy preocupado pensando que el pez tendría frío y pudiese morir ahogado en aquel río inmenso. Resolvió ayudar al pobre pececito. Arriesgándose se puso encima de un tronco que flotaba hasta conseguir agarrar el pez. Sintió entonces que él estaba helado y pensó en el frío que el pez habría pasado sin que nadie lo ayudase. Esto lo dejó muy satisfecho por su buena acción. Después de la operación de salvamento, el mono todavía no estaba contento. Creyó que podría ayudarle más. Decidió entonces llevarlo para su árbol y calentarlo con su piel. En la mañana siguiente, al despertar, vio que el pez estaba muerto. Quedó muy triste. Pero no se preocupó demasiado, pues sabía que había intentado todo para ayudar al amigo. Se consoló todavía más cuando concluyó que el pez seguramente murió debido a un resfriado que tal vez contrajo durante el tiempo que vivió en el agua, sin ayuda de nadie.

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Fin de la cita.


Así es la relación nuestra con nuestros seres amados: amigos, familiares, parejas, hijos etc., no debemos ni tenemos que sacarlos de su “habitat natural” imponiendo nuestras posiciones, conceptos e incluso nuestra nueva consciencia, no hay que ir por ahí pasando por salvador del universo, ni como reclutador de almas, esto es un gran error, y cuidado si es uno de los engaños de nuestro ego, que nos quiere hacer parecer que la felicidad es un patrón, como un molde en el que entramos todos y hacemos una forma, cuando realmente no es así.

El crecimiento espiritual, personal no es un camino en grupo, aquí entra la complejidad de la conexión, cuando tu lo inicias personalmente, ya lo están iniciando todos los seres humanos, pero eso a través de esa conexión que todos poseemos, hasta allí llega nuestra responsabilidad, no cometamos el error de ir diciéndole a la gente lo que tiene que hacer, porque quizá estamos forzando una situación, quizá aún no es su momento, porque el no lo ha elegido así, y quizá estés sacando a ese pez del agua...

Esto claro que también aplica con los hijos...
Este es un camino individual, un camino que no permite compañía, del que volver o no, solo dependerá de ti…

Seguro que muchos se quedarán en el camino y por el momento no volveré a verlos, es su elección y debemos ser respetuosos con ell@s, seguro que varios se bajan del buque, seguro que muchos no quieren volver a verte, probablemente porque su frecuencia es ahora distinta a la tuya…
Y los que quieran por medio de tu camino vislumbrar el suyo, lo harán solos, te preguntarán, o el tema saldrá, cuando se dé, pero no habrá que forzarlo, así lo he viviro, así lo hemos vivido...

Por eso, si quieres ayudar a los demás, aunque esto es totalmente imposible hacerlo, pero imposible, solo creemos que lo hacemos, te recomiendo que sea feliz tu, que te sientas hijo predilecto del altísimo o el universo tu, que sientas el amor en ti, y verás como a tu alrededor, todo cambia…, todo lo cambias… y las flores amarillas vuelven a salir por las mañanas…
Un abrazo!!! , nos seguimos viendo en la luz, siempre que tu quieras que nos reencontremos en ella ;-)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho. Gracias