Guaraira Repano

Guaraira Repano

viernes, 21 de agosto de 2015

Aparentar

Aparentar, según la R.A.E: Manifestar o dar a entender lo que no es o no hay.

Decía Tao-Teking: “El que aspira a parecer, renuncia a ser”, creo que esta frase resume a la perfección mi visión acerca de la sociedad aparentista y efímera que vamos encontrando cada vez en nuestro mundo actual...

Centros comerciales, calles, avenidas y paseos marítimos todos convertidos en pasarelas sin audiencia; llenos solo de personas aparentando, nos demuestra cuanto trabajo le queda al ser humano por aprender de lo simple, de lo abstracto, de los sentidos, de la realidad percibida, si es que existe; pero algo de sensatez siempre es bien recibida en tiempos en los que la mediocridad está ganando la partida; hace poco me comentaba una conocedora del tema, que la mayoría de coches de lujo que circulan por Barcelona, o son de empresa, o son de personas que han hipotecado el piso de sus padres para ir en un coche de lujo “aparentando”, por favor!!! , esto debería ser considerado una patología y precisar de ayuda urgente…

Cuan apagada debe estar una vela que quiere aparentar ser el cirio más grande de un templo, las apariencias, como su nombre lo indican, nos llevan a lo que “se asemeja”, pero jamás a lo que es; y en ese mar de apariencias del que me siento rodeado hay que sumergirse con cierto recato, para analizar realmente la razón que lleva a la humanidad a “perderse en las formas”.

No es que esté en contra de las joyas, las marcas, las pomposidades, solo quiero hacer énfasis en el “centro” de nuestras atenciones. 

Cuando aprendí a usar el compás, mientras aprendía bien a leer, en la escuela primaria, me enseñaban aquella frase “haciendo centro en A, con abertura A-X”…, valga tal frase como símil, mi pregunta es ¿En qué estamos haciendo centro?: Si el centro de nuestras vidas son las apariencias, las marcas, las joyas, estamos perdidos, todo eso es perecedero, caduca la próxima temporada, o cuando los de la tele quieran; por el contrario, si el centro está en el interior, en lo que eres, sientes la libertad de usar una marca u otra, la que te plazca, porque tu no eres ellas, no dependes de ellas, no te debes a ellas, simplemente son artilugios, herramientas, METALES, cosas, que sirven para un momento dado…; es darle más importancia al contenido que al continente- como dirían los arquitectos.

Llego a esta reflexión muy personal, como usuario de Facebook : Como sabrán, para muchos, la vida se ha reducido tristemente a aquello que publican en sus muros, y como esa red recuerda cumpleaños, onomásticos (o ambas cosas a la vez), pensé que un buen deseo para compartir era  “Deseo que tu vida sea como la que pones en Facebook o en Instagram”,  creo que ese sería el mejor deseo que podría enviarle a muchas personas que sabes que tienen una vida sumergida en problemas, pero en las redes aparentan; es que no nos cansamos de aparentar, hasta virtualmente…y si esto ya nos parecía locura: pues hay quien envidia esa mentira... y pensar que todo esto, es un juego distractor orquestado para lograr esas sociedades dormidas tan añoradas por los poderosos.

Viene a mi memoria, el origen de la palabra "sincera": Cuando los maestros constructores de catedrales buscaban grandes troncos de madera para ir apuntalando la construcción, estos troncos no podían tener agujeros, porque no soportarían el peso que se le colocaría encima, sin embargo, los pícaros que querían vender sus maderas huecas a los constructores, tapaban los huecos con "cera" color madera, para que pareciera una madera "sin-cera", pero los maestros por algo lo eran, con finos golpes y escuchando con la oreja pegada al tronco, sabían rápidamente si la madera era sincera o no...   no era tan fácil engañar o aparentar... [También se puede deducir que de aquí viene la palabra "entera" (sencera-en catalán)] 




Puede ser que haya un antídoto: Trabajarse interiormente… con humildad, humildad y más humildad… pero con trabajo, trabajo y más trabajo… como dijo Simón… irse desbastando aquellas imperfecciones de nuestra roca, Ah! Y tener una mascota: Con ellas no se puede aparentar nada! Te ven tal como eres: Humano, de la familia de los primates…


Nos vemos en la luz ;-*

Jesús

He vuelto.

Durante un tiempo, he estado alejado del mundo de los blogs, haciendo mi propia historia personal en primera persona,  andando entre columnas, derrumbando muros, tocando puertas que se han ido abriendo, cambiando de rumbos y afianzándome en lo que realmente voy asumiendo como forma de vida:  La siembra en toda la tierra de las semillas de de la libertad, la igualdad y la Fraternidad, como dicen los franceses, reconocernos como hermanos “humanos” (recientemente leí en un grafitti “menos racismo y más razonamientos”-me viene a la cabeza en este momento); y esta búsqueda me está llevando a senderos que desconocía, con lo cual sigo aprendiendo, cada segundo, reconociéndome más ignorante que el anterior… genial!

Hace poco perdí a mi mejor amigo, si, Leo, mi querido perro, ciertamente cuando la gente decía “el mejor amigo del hombre”, no le daba más sentido que el que se le da a otra frase repetitiva, por no decir que no tenía ni idea de su significado, ahora lo digo sin tapujos: Solo quien ha tenido y amado a un compañerito peludo, sabe lo que se vive con ellos… no se aprende en libros, ni en revistas, ni en casa del vecino…

El 24 de junio de 2013, apareció ese enano en mi vida, y la cambió para siempre, fue un gran amigo, un gran maestro y un gran compañero de largas horas de estudios y lecturas, de viajes, de paseos, de todo…. Y este 20 de mayo, emprendió su viaje a la luz, su cuerpo ya no acompañaba a su espíritu así que voló libre, y volvió a enseñarme… hasta el último día compartido fue lleno de amor y de esa mirada que se entiende sin usar las palabras…


Hoy me encuentro aquí, sentado, rodeado de mar y de atardecer, a lo lejos veo ese oriente que trae mi nuevo amanecer, y aquí estoy, escribiendo nuevamente, en mi re-comienzo, en mi re-inicio, hubo que destruirlo todo para comenzar de nuevo, hubo que hundir el barco, hubo que visitar el interior de la tierra para comenzar una nueva singladura; ahora, este retorno iniciático de vida  lleva consigo importantes compromisos, solo conmigo claro,  que es con la única persona con las que puedo hacerlos…

Bienvenid@s a esta bitácora de un navegante en senderos de luz.

Y como siempre, Nos vemos en la luz ;-)  (¿dónde si no?)

Jesús.
                                                                                     



jueves, 22 de enero de 2015

Hola ¿Cómo estás?

Menos veces de las que deberíamos, preguntamos esto a las personas que realmente nos importa, y caemos en conversaciones banales y mientras más superficiales mejor, para evitar adentrarnos en nuestras propias naturalezas, y es que en esta dormida sociedad, está hasta mal visto ser atento.



Preferimos hablar, cuando hablamos, del clima, el football, la política, los impuestos, la economía, todo “externo” desde el punto de vista personal, incluso hay veces en que por huir de lo interno, convierto lo externo “falseadamente” en interno, aparentando que nuestras vidas solo obedecen a esas circunstancias y no a nuestras propias elecciones.

Un “¿cómo estás?”, para mí, es bastante necesario, porque cuando lo pregunto, asumo el compromiso de detener el tiempo, para escuchar la respuesta, y aquí entramos en una de las razones de la superficialidad: El tiempo

Le damos tiempo a cosas muy poco importante y a cambio, no se lo dedicamos a quien realmente lo merece y nos necesita, a quien comparte esta experiencia vital (o vida) con nosotros,  y “dar”, si, la clave no es pedir, la clave es “dar”, por eso cuándo pregunto a alguien cómo está estoy dando parte de mi, le estoy recordando cuán importante es para mí, le estoy diciendo que realmente estoy aquí y ahora para ti y para nada ni nadie más, porque eres un ser inigualable, una creación única del universo, que no podrá ser repetida, con tal exactitud, jamás.

Otras veces avasallamos, contamos lo nuestro, no nos importa escuchar, ni saber qué le pasa al otro, o ver cómo se siente, cómo están sus personas amadas, cómo vive!, solo soltamos una catarata de cosas, como si en algún momento, de esta evolución moderna, hubiésemos perdido las dos orejas, y fuésemos solo personas con “una boca”… , por algo será que solo tenemos una boca, dos orejas y dos ojos, para poder compartir equilibradamente, para ver y escuchar, y “solo interrumpir el silencio, si es para mejorarlo” (como dice el proverbio chino)…

Y solo  somos “siendo”, aplicando el gerundio, escuchando, a veces sin decir nada, solo “estando”, pero estando en tiempo presente, al 100%, no mientras juego con el dispositivo móvil correspondiente…, cuánto se humanizaría  la deshumanizada humanidad, si “estuviese” aquí y ahora…

Practiquemos, con quienes nos rodean, tal vez, hace mucho tiempo que no sabemos realmente “cómo están”… y la respuesta puede sorprendernos

Nos vemos en la luz ;-) (donde si no :-) )

Jesús