Guaraira Repano

Guaraira Repano

jueves, 22 de enero de 2015

Hola ¿Cómo estás?

Menos veces de las que deberíamos, preguntamos esto a las personas que realmente nos importa, y caemos en conversaciones banales y mientras más superficiales mejor, para evitar adentrarnos en nuestras propias naturalezas, y es que en esta dormida sociedad, está hasta mal visto ser atento.



Preferimos hablar, cuando hablamos, del clima, el football, la política, los impuestos, la economía, todo “externo” desde el punto de vista personal, incluso hay veces en que por huir de lo interno, convierto lo externo “falseadamente” en interno, aparentando que nuestras vidas solo obedecen a esas circunstancias y no a nuestras propias elecciones.

Un “¿cómo estás?”, para mí, es bastante necesario, porque cuando lo pregunto, asumo el compromiso de detener el tiempo, para escuchar la respuesta, y aquí entramos en una de las razones de la superficialidad: El tiempo

Le damos tiempo a cosas muy poco importante y a cambio, no se lo dedicamos a quien realmente lo merece y nos necesita, a quien comparte esta experiencia vital (o vida) con nosotros,  y “dar”, si, la clave no es pedir, la clave es “dar”, por eso cuándo pregunto a alguien cómo está estoy dando parte de mi, le estoy recordando cuán importante es para mí, le estoy diciendo que realmente estoy aquí y ahora para ti y para nada ni nadie más, porque eres un ser inigualable, una creación única del universo, que no podrá ser repetida, con tal exactitud, jamás.

Otras veces avasallamos, contamos lo nuestro, no nos importa escuchar, ni saber qué le pasa al otro, o ver cómo se siente, cómo están sus personas amadas, cómo vive!, solo soltamos una catarata de cosas, como si en algún momento, de esta evolución moderna, hubiésemos perdido las dos orejas, y fuésemos solo personas con “una boca”… , por algo será que solo tenemos una boca, dos orejas y dos ojos, para poder compartir equilibradamente, para ver y escuchar, y “solo interrumpir el silencio, si es para mejorarlo” (como dice el proverbio chino)…

Y solo  somos “siendo”, aplicando el gerundio, escuchando, a veces sin decir nada, solo “estando”, pero estando en tiempo presente, al 100%, no mientras juego con el dispositivo móvil correspondiente…, cuánto se humanizaría  la deshumanizada humanidad, si “estuviese” aquí y ahora…

Practiquemos, con quienes nos rodean, tal vez, hace mucho tiempo que no sabemos realmente “cómo están”… y la respuesta puede sorprendernos

Nos vemos en la luz ;-) (donde si no :-) )

Jesús


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