LA TIENDA DEL MILLÓN

Luego de largo rato un joven mirando dentro de la tienda, se le acerca un señor, con cara de amable, convencido de ser útil, y le dice: "¿En qué puedo ayudarle? llevo largo rato viédole dando vueltas por la tienda y quizá necesita algún empujoncito, ¿me permite ayudarte? -El jóven con cara de paciencia le responde: Señor, es imposible que usted me ayude; el vendedor, encontró un poco grosera su respuesta y en voz alta le manifestó: Puedo ayudar a quien yo quiera, tengo todo para ayudar a cuanto me de la gana, tengo 10 tiendas por departamento como esta, tengo kilos de comida, toneladas de electrónicos y electrodomésticos, joyas, yo siempre puedo ayudaR, no ve el nombre de la tienda y nuestro Slogan "Tienda del Millón la única que tiene todo lo que usted necesita"...- perfecto- resp0ndió el jóven- puestos en este caso, le pido por favor lo siguiente:

- 1 kilo de amor

-2 litros de felicidad

-una docena de días lindos, de mañanas soleadas.

- una tonelada de gente sonriente

-3 kilos de libertad

-cuatro kilos de una familia linda

-1 pieza de una pareja ideal,

-2 toneladas de paciencia, comprensión y

-1 rebanada de paz....

El vendedor-atónito responde: - Lo siento amigo, eso no se lo puedo dar yo, me refería al dinero o a lo material, pero eso, lo siento ni siquiera lo tengo para mi...

Ambos hombres se miraron a la cara con sumo amor durante un rato... el jóven con la voz llorosa por una mezcla de sentimientos de entre alegría y tristeza le respondió: Gracias por su respuesta, ahora entiendo, nadie puede darme todo lo que solo está dentro de mí...

Al día siguiente, una chica a paso rápido entra en la tienda, comienza a ver los aparadores mientras el dueño de la tienda estaba observando con mucha atención a los dos operarios que estaban colgando un cartel publicitario, la chica se le acerca y le dice: ¿Señor puede ayudarme? - el hombre sonreido respondió: "-Lo siento, es totalmente imposible... a lo sumo puedo servirle si quiere comprar algo de la tienda..."

La chica un poco extrañada, siguió viendo la tienda con ua sonrisa, mientras miraba disimuladamente como quedaba el nuevo letrero de la entrada de la tienda que decía:

"La Tienda del Millón: Todo lo que no pueda hacer usted y nada más que usted, se lo vendemos nosotros"

(Dedicado a todos nosotr@s que a veces nos creemos los mercaderes de la vida)

Nos vemos en la luz ;-)

Jesús